De joven, con 18 años quería estudiar medicina, era muy importante para mí aliviar el dolor de las personas, no fue posible y estudié Biología. Más adelante me adentré en el mundo empresarial empezando de auxiliar administrativa, trabajando en diferentes departamentos y con diferentes responsabilidades. Sin embargo algo se removía dentro de mí…

En mi infancia y juventud viví abusos sexuales y maltratos tanto físicos como sicológicos. Al final, pese a mis intentos de pasar página y las veces que me decía a mi misma: “eso ya paso, ahora tienes una vida nueva”. El pasado me alcanzó, y me hundí en el pozo.

Comencé a buscar como podía salir de aquella situación. Dos años de terapia sicológica no habían funcionado para nada, seguía en el mismo punto. Además algo me decía que tenía que mirar hacia adentro. Entonces empecé a buscar técnicas diferentes a la medicina convencional para poder sanar mi corazón, mi cuerpo y mi mente.

Encontré meditaciones guiadas, me enfoqué en la gratitud y el pensamiento positivo. Por aquel entonces en mi búsqueda desesperada encontré la película “El Secreto” y algo en mi hizo clic.

Me iba encontrado mejor, así que seguí adentrándome… Me formé en EFT (Técnicas de Liberación Emocional), posteriormente en Reiki, que marcó un antes y un después en mi vida. Y cada vez fui profundizando más en el mundo del crecimiento personal hasta que encontré la Programación Neurolingüística (PNL).

Justo en ese momento decidí dedicarme a ayudar a otras personas porque tomé conciencia de que la vida me había dado un “talento” especial para acompañarlas a Salir del Pozo. Por fin encontré un sentido a mi vida. Y me di cuenta de que se cumplía mi sueño de los 18 años, aliviar el dolor, aunque de una forma distinta, si con la misma finalidad.